Entonces, invariablemente, momentos definitivos en la historia del deporte saltaban a los titulares y viraban boca abajo nuestra lógica. Como ocurrió en 1994, cuando un atleta llamado Andrés Escobar fue asesinado por accidentalmente haber marcado un autogol que le costó a la selección colombiana la oportunidad de ganar la Copa Mundial y transformar la imagen negativa que tenÃa en el escenario internacional. Se trataba de un paÃs con una identidad nacional tan Ãntegramente conectada con el éxito de su equipo de fútbol que ese único error en un campo de juego truncó el orgullo de toda una nación y le costó la vida a un hombre.
Al examinar el incidente, nos dimos cuenta que la dramática subida y bajada del fútbol colombiano estaba inextricablemente atada a la subida y bajada del cartel narcotraficante de MedellÃn dominada por Pablo Escobar, una organización que muchos consideraban como “el partido en el poder†del paÃs en ese momento. En Colombia el deporte no solamente reflejaba la personalidad y la polÃtica de la sociedad, sino que formaba una parte inseparable de esa sociedad – el campo de juego era una extensión de las calles y oficinas en donde se tomaban determinaciones influyentes.
En nuestro recorrido por las diversas profesiones y condiciones de vida de la sociedad colombiana durante la producción se hizo claro que esta narración estaba lejos del estilo clásico de “un acuerdo con el diabloâ€, sino que era la historia de las pasiones y sueños de un pueblo intrÃnsecamente conectado con la subida y caÃda de un equipo.
Nuestras pelÃculas tienden a enfocarse sobre las comunidades carecientes de voz y voto que se encuentran en el proceso de sublevación para transformar sus circunstancias polÃticas y económicas. Hemos elegido estas historias debido a la escala de su importancia histórica – es aquà donde se da forma a las sociedades.
En comparación, los deportes muchas veces parecÃan ser una mera diversión, juegos limitados a la cancha de deporte. Ambos nos hemos alejado a veces de la pasión por los deportes que compartÃamos cuando éramos jóvenes atletas y aficionados; nos hemos involucrado en otros empeños mientras las épocas de competencia profesional pasaban casi desapercibidas.
Historias como esta traen nueva vida a la fascinación con los deportes de nuestra juventud y confirman el papel fundamental que desempeñan los mismos en dar forma a nuestro mundo.
- Jeff & Michael Zimbalist